"Siempre es un alivio que mis personajes puedan darse el lujo de enloquecer por mí"
(Javier Miranda-Luque)

VÍDEO-TRÁILER

ADVERTENCIA PARA LECTORES DESPREVENIDOS:
esto es un portal de NARRATIVA, integrado por un conjunto de relatos que se van agregando sin periodicidad alguna.

En la columna izquierda dispones de un ÍNDICE que te permite acceder a cada texto específico.

MAYO 31

“Animales con el mismo derecho al paisaje”

(Sergio Pitol)

“Hoy no comercio con la muerte; de cada día soy de este mundo”

(Víctor Valera Mora)

Hoy Whitman cumpliría ciento que jode años de parido. Seguramente, webever, los celebra a su manera (mucho más & mejor que el gángster santurrón de Sinatra). Hoy también es el birthday de Guido, su 52º aniversario, allá en ultramar, mientras su mirada chapotea y se debate entre los peñascos de hielo en su single malt y las pateras que hormiguean el Atlántico. Océano de millas náuticas que distancian, a pesar del internet que nos convoca en su éter con la regularidad del insomnio. A su salud he liquidado medio litro del “Gran Reserva” santeresiano al que ya prefiero seco, sin el disfraz edulcorante de la pepsicola que metaforiza derrames petroleros ni el estertor de los minúsculos témpanos domesticados que aguan el trago y hacen sudar, de puro frío, el inapropiado tazón de cerámica merideña donde bebo.

Hoy también traspasé la parcela del cementerio que teóricamente me correspondía. Con el monto luctuoso cancelé los próximos veinte años del condominio post-mortem de mis progenitores.

Unpluged, ahora me toca oxigenarme a mí.

Aire, pues.

Acústico, percusionaré mis pasos sobre áreas añejas del mapamundi.

Paisajes inéditos –aunque millones de veces hojeados–se pasearán ante mis ojos.

Europeo, dice mi pasaporte. Como no he logrado renovar mi documento venezolano, saldré del país por la frontera de San Antonio del Táchira/Cúcuta. De ahí será, por carretera, al aeropuerto internacional de Santa Fe de Bogotá.

Guido logró sortear el charco atlántico, Mediterráneo mediante, merced a una visa ibérica de reunificación familiar dado su matrimonio con una moza catalana, fémina cabal que lo rescata de sí mismo. Con un microcrédito instaló una “bocatArepa” (neologismo de bocata y arepa, claro), que además funciona de minicibercafé con un par de “estaciones digitales de trabajo”. El local parece una galería a ultranza de arte iberoamericano, forradas sus paredes de litografías rabiosamente coloristas con geografías humanas abstractas. Sirven bocarepas de jamón serrano y queso manchego, sin margarina, pero lubricadas con aceite de oliva. eluniversal.com es la página web de inicio de las computadoras. A mi amigo la vida le funciona, salvo que extraña deep purple, anclada en la urbe avileña , a su filia Paola.

Angélica vive en London City. Embutida en su sobrio uniforme unicolor oscuro, trabaja en el comando de seguridad del subway. De Calabozo a Gran Bretaña han sido varias las escalas, Caracas recurrente en su paso.

Tras obsequiarme a Whitman aquella tarde en el teleférico, Raquel se casó y se telurizó en Zaraza. Eloy tiene décadas en Miami. Fernando montó una factoría de cremas humectantes en Guatire. Mario, adosado a su familia, retornó a Italia. Gregorino teoriza ambiciosos atentados en Washington. Patricia ganó algún certamen de belleza. Yadro, con su parecido gamberro a Jack Nicholson, se desvaneció sin mayores rastros. Nos denominábamos “patrulleros del hastío”, trastocando el Guaire en el puerto de Liverpool mientras maltratábamos el repertorio de Los Beatles.

Pasaporte de la comunidad europea enarbolado en mano, me catapultaré en un boeing hacia Madrid. Aterrizaje en el novísimo Barajas II, donde nadie irá a recibirme. Me empadronaré en Madrid, municipio de Madrid. Rondaré la calle de la Sal donde nació mi madre. Deliraré en El Prado. Insistiré en concretar un curro o me inscribiré en el paro.

Telecurros de operador telefónico atendiendo llamadas de una población aquejada de bienestar primermundista: incautos, insensatos, cándidos, aburridos, desesperados, de obesa decrepitud y famélico intelecto.

—Hola, buenas tardes, dígame. Encantado en atenderle. Sí, desde luego, vamos a ver…

Leeré el tarot especulando futuros intrascendentes y ajenos o fingiré sonoros y destemplados orgasmos durante sesiones maratónicas de sexo hablado. Cabe también la posibilidad de emplearme como telerreceptor de quejas a distancia, empotrado en mi cubículo de 1,23 x 0,90 centímetros, en cualquier transnacional de telecomunicaciones móviles, satelitales, pedestres. O de telecobrador de tarjetas crediticias y/o plazos hipotecarios vencidos, de esos que telefonean y amenazan, fustigan, reclaman, se cabrean en tono airado u ofendido de “¿cómo es posible que pretenda usted, con su impecable historial financiero y quirografario, macular su expediente negándose a honrar oportunamente sus obligaciones y compromisos adquiridos mediante firma autógrafa y confirmación electrónica, señor don?”

Donaire especulativo que ejerceré impostando mi voz, asumiendo acentos neutros e improbables, pero sin verle la faz a ningún infeliz de la lista que me toque en aleatorio malhaya telefonear durante la fatigosa jornada telecúrrica y reiterativa de argumentos soeces e insostenibles por su obviedad cutre. Desnutridos neuronales, privados de fluidez discursiva, son quienes escriben este repertorio de lugares comunes, frases hechas, sofismas irrisorios que memorizaré y repetiré en mi labor proselitista para reclutar dóciles adeptos a nuestros mecanismos de presión social para cobrar, vender y cobrar, dentro de la cadena alimenticia imperante.

Particularmente, soy un convencido del “refuerzo positivo” que propugnaba el psicogringo Burris Frederick (B. F. rubricaba sus textos) Skinner. Aquel neoconductismo que ya, por el uso, se nos ha puesto añejo en Guantánamo.

—Hola, buenas tardes, señora doña équis, ¡enhorabuena! Permítaseme anunciarle que usted es una clienta estupenda, merecedora de nuestros más encendidos elogios por la pulcritud de sus pagos. Así, de este modo, pues, nos complace harto poder ofertarle el más increíble y exclusivo sistema de intereses que se le descuentan a la par de la puntualidad de sus pagarés. Caso contrario, nuestro eficaz departamento legal, poblado por los más crueles leguleyos de la comunidad, tomará acciones que repercutirán insidiosamente en su historial…

Preferiría matar el tiempo en una librería de La Gran Vía. Leyendo en el depósito de la trastienda mientras busco ciertos volúmenes impopulares que un cliente miope y rollizo solicita en la planta principal con un hilito de voz nasal aunque persistente, amén de una pronunciación educada, exenta de la saliva donde naufragan consonantes fricativas gruesas. Y es que siempre me he sentido cómodo entre libros que me convocan desde sus páginas, cobijando con ficciones compartidas mis sismos existenciales. El oxazepam operará el prodigio de desterrar el insomnio de mis predios portátiles, sumiéndome en una supresión onírica que Sigmund censura desde su mullido diván vienés.

—¿Vienes o qué? –me espeta Freud en su acento heavy étnico.

—Paso vaporoso, vano vienés venial, ¿vale? —digo yo, en una hemorragia de valerosas “uves” venezolanas, polimorfas pequeñezuelavenecianas.

Una de estas noches solicito asilo breve, en plan de huésped fugaz y etílico, en el nuevo piso arrendado de Guido & Herminia en la Barcelona primigenia. A la mañana siguiente, prometo degustar una proverbial “bocatArepa” en el ciberlocal de mis amigos, rehusándome a revisar eluniversal.com que se asomará fisgoneándome desde las pantallas planas de los ordenadores.

Mayo 31. Luna indigesta. Bostezo meteorológico en el hemisferio. Ningún atentado aqueja hoy el panorama trasatlántico. Panamá continúa aferrado a su Canal, abiertas de piernas sus esclusas. Cerradas nuevas embajadas en diversos puntos continentales. Se incrementa el desempleo de diplomáticos que declinan volver a la patria. Restan, aún, tantísimas jornadas en el año

2 comentarios:

  1. ¿CÓMO NO HABÍA PASADO ANTES POR AQUÍ?, IMPERDONABLE DESCUIDO, TE FELICITO POR ESTE APORTE, QUISIERA SEGUIRTE PERO NO ENCUENTRO DÓNDE, ME PASARÉ MÁS A MENUDO.
    UN ABRAZO.
    Rimes.
    http://hopippolla.blogspot.com/

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  2. Rimes: gracias por tu lectura y comentario. Acabo de habilitar, en la parte superior de la columna derecha, el gadget para que, a quien le apetezca, pueda suscribir su correo electrónico y reciba, así, las notificaciones de cada nueva publicación.

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